
La Inteligencia Artificial está arremetiendo como una tromba en todos los órdenes de nuestra vida, y ahora también llegó a la venta directa de vinos. Era sólo cuestión de tiempo, y uno de los pioneros ha sido mi amigo Cristián Centurión, quien junto a su hija Pilar y el equipo de su consultora Enfoque Comercial crearon MagnolIA, que, como se aprecia, tiene incorporada la sigla IA al final de la palabra. MagnolIA es un bot entrenado para facilitar la venta de vinos en bodegas y vinotecas, gracias al cual pueden responder a los clientes durante las 24 horas del día, en varios idiomas y, en un principio, hasta a 50 de ellos en forma simultánea. Y está entrenado para inducir a la venta y a responder a las consultas con nuevas preguntas, de modo de realzar lo máximo posible los atributos de los productos que se ofrecen. Es un proceso que acelera fuertemente el acercamiento entre los clientes y la venta final, que, cuando ya está todo bien adelantado, queda en manos de los vendedores tradicionales de las bodegas o vinotecas. Y aunque a veces sea difícil creer que esto esté sucediendo, hay que decir que MagnolIA es un asistente virtual que, mientras amplía notablemente el rango de atención de los clientes, acorta mucho el tiempo antes del cierre de una venta. Y que impacta con precisión en las necesidades actuales de la industria, porque lo que importa, en el fondo, es que cada vez se venda más vino.

