
La bodega Weinert está experimentando un revival muy interesante en los últimos años, con una modernización de sus vinos que aparece como muy promisoria. Un ejemplo es el Weinert Chenin Blanc 2023, que no sólo le da jerarquía a un varietal históricamente subestimado, sino que está elaborado con uvas de El Algarrobal, Las Heras, una tierra muy poco relacionada con los vinos. El Chenin Blanc pasó 12 meses en barricas de 5.000 litros, lo cual le otorga un volumen muy particular en boca, como si tuviera peso propio, y es parte del empuje que motoriza el enólogo Rodolfo Dhuin, quien por una parte avanza con nuevas experimentaciones mientras por otra mantiene la calidad de las líneas clásicas. El gran cambio en Weinert comenzó en 2017, cuando Antonino Virzi se hizo cargo de la firma y comenzó con su rescate, que incluye joyas como los 263 toneles de madera de roble de Nancy que suman 1.4 millones de litros. Con sus distintas líneas, Weinert juega tanto en el mercado interno como en las exportaciones, donde el 76% de sus ventas están destinadas a Noruega. Es un largo viaje para sus vinos, que tienen mucha historia y mucho futuro, y que merecen ser redescubiertos para beneficio de todos.